martes, 31 de mayo de 2011

ACAMPADA SOL

 El domingo 29 de mayo tuve la oportunidad de acercarme a la Puerta del Sol en Madrid, rebautizada como plaza 15-M o si me apuran, y haciendo caso a la original placa que presidía la base de la famosa estatua del  Oso y el Madroño, Plaza de las soluciones.
“Los indignados” estaban en  asamblea, decidiendo si seguir con la acampada o emprender otras acciones. Me llamó la atención lo “poderosamente” organizados, el respeto a los turnos de palabra y el consenso al que llegaban en cada uno de sus puntos. Nada que ver con los espectáculos que se montan en los diferentes Parlamentos de este país, incluido el de Canarias al cual invito a alguna de sus sesiones para que se den cuenta de que es lo más parecido a un patio de colegio.

Una vez acabada la asamblea me adentré en las calles cubiertas por lonas azules y blancas que dejaban sobre su manto la estatua ecuestre y vigilante de Carlos III.

Lo primero que tengo que decir es que la organización es como la de un pequeño estado, un lunar en el culo de los dirigentes, una lección de democracia y protesta pacífica no conocida antes en toda la “democracia” de este país.


El campamento se organiza en grupos de trabajo. Así que caminando por esta callejuelas improvisadas puedes encontrarte con todo un mundo de sensaciones puras, a chavales con una pegatina de “limpieza” que no paran de recoger la basura y desperdicios, dejando el campamento lo más limpio posible. Gabinetes de psicología con personas buscando solución a las depresiones que ha causado esta puta crisis. Stands organizados en las que “esos melenudos” que llaman algunos ignorantes, reparten agua y comida gratis a todo aquel que la pida. Sala de prensa o una biblioteca al aire libre para cultivar la mente y dar sentido a la frase que cuelga de una de las estanterías “Pienso, luego estorbo”. Un huerto ecológico y hasta una guardería improvisada, repleta de niños jugando felizmente. Comisiones de información para el transeúnte. Sesiones de taichí y reflexión o talleres de cine.

Veo familias pasear por este mini-estado, alegres, haciendo fotos o participando de la recogida de firmas por una democracia real. Padres con sus hijos sobre los hombros, disfrutando del domingo pacíficamente sin que haya ningún problema. En uno de los espacios libres del centro de la acampada, un señor de unos 60 años se levanta con la ayuda de su señora de una silla de ruedas para hacerse una foto y plasmar quizás la historia que siempre soñó.
Un poco más adelante un joven explica a un turista las penurias a las que le relega la crisis y trata de explicarle que su futuro en este país es mas negro que el café que toma a diario y le muestra la frase, “Ahora les toca a ellos tener miedo, porque nosotros ya lo hemos perdido TODO”

Junto a una mesa de trabajo, Una mujer y una joven discuten sobre la democracia sanamente mientras camino por un mar de cárteles con mensajes como “Gente de Europa, levantaos”, “Fíate de un banco y dormirás en él” “No somos antisistema; el sistema es anti-nosotros” , “Lo sentimos; aquí no hay un líder para poder derrotarnos.” Me emociono, pienso cuánto le hacía falta a esta España dormida y al mundo, un despertar de conciencia así. La protesta es sana, pone en tela de juicio la política corrupta que reina en gran parte de este país y en Europa.

Invito a cualquier persona que pase por Sol que descubra este campamento y se sorprenderá. Muchas personas han intentado desacreditar esta iniciativa acusando de que lo lideran cuatro perro-flautas con rastas, pero lo tremendamente verdadero y lo más duele a muchos es que aquí puedes encontrar desde mujeres jubiladas ayudando en la carpa de cocina hasta madres de familia o amas de casa. Gente de todos los colores, credos y gustos conviviendo cívicamente. Es la fuerza del pueblo lo que duele a otros miedosos de un caos que acabe con las poltronas dadas a dedo.

Esos, que lo ven con otros ojos, esos que manipulan con intereses ocultos o simplemente los que no creen en un cambio posible son los que viven acampados en el conformismo que poco a poco los consume convirtiéndoles en marionetas sin argumentos. Como los esgrimidos por Los Mossos de Escuadra en el desalojo de los acampados en la plaza de Catalunya en Barcelona.

Oigo a políticos de este país criticando la actuación de otros  gobiernos que ellos catalogan de antidemocráticos, denunciando que atacan a sus ciudadanos sin que apenas se les ponga la cara colorada, al ver como sus “fuerzas de seguridad del estado” golpean sin ton ni son” a mujeres, jóvenes y personas que simplemente y con las manos en alto, les plantan cara con el poder de sus protestas pacíficas. Es para morirse de vergüenza decir que este país es democrático cuando repelen a la fuerza, con su “jarabe de palo” la libertad de expresión. Me da asco vivir en este país. Me da pena ver como el futuro se tiñe de negro mientras la gran mayoría continúa eligiendo que les sigan robando. Pero no , no me resigno a pensar que la esperanza nos depara un cambio que tarde o temprano, para bien o para mal, llegará.

Fotografías: Iván López